[email protected]Si queremos caminar en la luz debemos permitir que Cristo entre en nuestros corazones y en nuestros hogares. Debiera hacerse del hogar todo lo que la palabra implica. Debería ser un pequeño cielo en la tierra, un lugar donde se cultiven los afectos en vez de que se los reprima deliberadamente. Nuestra felicidad depende de que cultivemos el amor, la comprensión y la verdadera cortesía mutua.
Hogar Cristiano
Familia Naranjo.