Ah, ma chère pluie, tes mots sont toujours la brise bleue qui ravive mon âme et la pluie éternelle qui nourrit ma mer intérieure. Bleu, bleu, bleu, éternellement bleu...

Mi estimado amigo, no lo volví a subir, ya estaba en privado, y lo abrí. Gracias por tu interés por la obra. Saludos.

Saludos, amiga Erika. Muchas gracias por tu presencia y amabilidad.

Ah, mi querida Lluvia, me dolió mucho el modo tan invasivo de Marcia: absolutamente egoísta, manipuladora, insensible ante la hermosa amabilidad de David. Hay muchos necios repartidos así por el mundo. No saben valorar la gentileza y amabilidad, solo saben aprovecharse de ella. Es un fiel reflejo, desgraciadamente, de cómo los cisnes son patitos feos para los necios. Pero me encantó la inagotable ironía y sarcasmo de Shirley. Creo que David es un reflejo de ella, me da la sensación de que ella tuvo que vivir muchos momentos así. La historia, verdaderamente es extraordinaria. Me encanta la sencillez con la que trata los temas y a la vez la profundidad (solapada o no) que derrocha en cada historia. Pienso seguir con ella, cada día me atrapan más sus historias. Azul, ma chère, pasteles de cerezas, pero no para los necios. Eternamente azul...

Ah, muchísimas gracias por tan bello y generoso comentario. Mis saludos más que agradecidos, mi estimado amigo.

Sí, mi querida Fabiola. Marta solo necesita hacer entrevistas para ser más conocida, pues tiene una obra inmensa. No es de descartar que más pronto que tarde reciba el Nobel que tanto se le negó a Argentina. Mi abrazo inmenso a ambas.

Muchísimas gracias, mi estimada amiga, por tu tiempo y tu maravilloso y generoso comentario tan valioso para mí.

Ah, mi admirado y estimado amigo Alex, le debo tanto a Lluvia... He de reconocer que esta escritora cada día me gusta más. Es un hallazgo para muchos, y creo que debería ser más difundida. Ahora acabo de subir otra historia (aparentemente muy simple), pero de una ironía espectacular. Mi abrazo siempre agradecido a Lluvia y a ti.

Ah, mi querida amiga y poeta, no sabes cuánto agradezco tu compañía y tus cálidas palabras. De veras que me siento inmensamente agradecido por tu excelente y maravillosa compañía. Recibe muy sinceramente mi abrazo eternamente agradecido.

Ah, ma chère, acabo de subir otra historia de Jackson, me he divertido muchísimo, con esa sonrisa agridulce que se nos queda cuando una vez más nos sentimos rodeados de desagradecidos y necios. Pero qué delicia de historia!!! COMO LO HACÍA MAMÁ. Azul, ma chère, inmensamente azul...

Muchas gracias por tu valioso comentario. Shirley fue una de las grandes influencias que tuvo Stephen King (según el propio autor reconoce), sin embargo Shirley no fue tan afortunada como King. Mi amiga Lluvia es una gran seguidora de Shirley, gracias a ella intentaré grabar la mayor parte de su obra. Mis saludos agradecidos, amigo Rall.

Saludos y Gracias

Ah, muy cierto, mi querida Lluvia, el muñeco es el espantapájaros que realmente es Stanley (su esposo). Jackson supo o intentó esa catarsis necesaria de exorcizar sus demonios a través de su obra; su obra no solamente fue un modo de crear arte sino un modo de supervivencia. Aun así lo logró a medias porque murió muy joven, pero de no haber sido por su obra hubiese sido infinitamente más desgraciada de lo que en un principio pudiera parecer. El artista posee una cualidad que muchos no poseen, pero a su vez una maldición: suelen ser personas sin demasiadas corazas o escudos, suelen ser infinitamente más lúcidos que el resto de los mortales, pero eso no les garantiza nada, solamente sentir una infinita soledad cuando se ven rodeados de tanta necedad y absurdo; pero a su vez pueden transformar su dolor o su sentir en arte y de este modo encontrar un desahogo o alivio momentáneo: los artistas son los verdaderos Sísifos, están condenados a crear, se deben a su obra, no les queda más alternativa para limpiar sus demonios, no les queda más remedio para limpiar las manchas de ruido e imbecilidad de quienes les rodean. Después se les admira, pero en el fondo siempre son señalados. Así es, pero no por ello debe uno claudicar. Lo verdaderamente importante es no sentir ni el más mínimo complejo por nada, siempre con la mirada hacia el horizonte externo o interno, o a las estrellas internas o externas, o al azul infinito que es el color verdadero de nuestra alma... Azul, ma chère, siempre, eternamente azul...