Estupendo trabajo, Joan, con la fuerza de las explosiones de Zóbel, pero con su control y poética de las texturas, de las resonancias, de esas aguas que aquí son paisajes tímbricos desde la evocación de la pintura: bien sabes tú de qué va esa unión de ambos mundos, como artista y compositor que eres. Felicidades