Dios les llama al arrepentimiento. Nosotros pecadores merecemos el infierno por haber roto la Ley de Dios, pero “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” Por eso, Jesucristo (Dios en la carne) murió en la cruz. La Ley, pero Cristo pagó la multa. Él sufrió en cambio, como Sustituto, y resucitó después de tres días y vencio a la muerte. Ahora está sentado a la diestra del Padre. Arrepiéntase y ponga su fe en la Persona y obra de Cristo,, y entonces así será salvo de la ira de Dios. “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.” (Efesios 2:8-9)