No amigo, esta re bien narrada la leyenda, te juro que sentí como si de verdad estuviéramos ahí mateando y vos me lo contaras al ritmo de las chicharras

Seria bueno con imágenes

me gusta su programa, interesante

Que buena historia oscura de terror 😨😨😵😵😮😮😔😔😲😲

Personalmente cuando tenía unos 9 años vivíamos mí familia de 7 en una casa de cuatro habitaciones en urbanización nueva de clase trabajadora ubicada a unas tres cuadras del cementerio central; era verano vacaciones escolares y a las 10 de la noche llego la hora de dormir, me tocaba dormir en la misma habitacion con mi hermano mayor unos cuatro años mayor, me recoste en mí cama cerre los ojos e inmediatamente sentí la necesidad de volver a abrirlos y a unos 50 centímetros de mí rostro estaba un sujeto blanco como la cal y calvo tenía unos ojos negros no humanos, nada de bordes blancos como los nuestros pero sabía que me miraba los cerre volví a abrirlos y ya no estaba y por unn tiempo me aparecian razguños en la espalda , tres lineas delgadas, hasta hace unos años me aparecian asi muy sutil unos arañazos que tardan en sanar , sin ser desafiante pero firme le manifeste que no le temo, ya no toca pero de vez en cuando escucho ruidos en la actual vivienda o me imitó en unos auriculares 😅... tenaz. Buenas noches a todos.

Esas son babosadas estupideces y creencias de gente pendeja Jajaja vale verga no le den paja a la gente

Llo vimuchos bultos vivía frente una escuela

la misma historia contaba mi abuelita..pero era en la cordillera neuquina.(Argentina) ..el carro del diablo con el ataud a buscar algun muerto malo que le pertenecia...y los ojos de fuego de los caballos..que se trababan un poco al cruzar el puente..por los palos del puente ,que formaban cruz ..y ahi el diablo los animaba hablandoles con voz de diablo:" chivatooo, cabritooo (asi se llaman los caballos negros del diablo)

yo creo porque a mi padre le paso macas

Buen relato mi aguelito me contaba un relato igual

Buen relato saludos desde Riobamba🏔-Ecuador 🇪🇨

Esto no es nada yo vi la caja ronca nada ni nadie me lo contó lo vivimos en carne propia