08 - Cuando nos olvidamos de Dios (Iglesia Bautista Betel - Clarksville)

Hageo 1:1-15
Introducción:
Todo lo que acontece en este capítulo tiene que ver con el primer regreso del pueblo de Jerusalén a su tierra después de la cautividad babilónica: año segundo … mes sexto … primer día: La fecha para este primer mensaje a través de Hageo es el veintinueve de agosto del 520 a.C. Las profecías de Hageo están entre las de fecha más precisa en el AT. Zorobabel era el gobernador de Jerusalén en la época del ministerio de Hageo y el gobernador del primer grupo de exiliados que regresó de Babilonia (Esd 3.2; Neh 7.7).
Todos hemos tenido en algún momento la experiencia de tener más mes que dinero. Lo que quiero decir es que parece que el dinero se acaba y el mes no ha terminado, y los pagos de los haberes que vienen antes del fin de mes no nos deja con la tranquilidad, y nos apresura la necesidad de pagar nuestras facturas y cubrir nuestras necesidades.
Quinientos años antes de Cristo la historia era similar para el pueblo de Jerusalén. Los judíos trabajaban y ganaban dinero, pero nunca fue suficientes para ellos. Era, como lo decía el profeta, tienen bolsas para su dinero, pero parecen que tienen hoyos en la bolsa, pues nunca tienen suficiente. (Hag. 1:6)
Las dos tribus de Isreal habína estado 70 años en cautiverio y el templo de Dios había sido destruido por Nabucodonosor, pero el rey persa Ciro había dado la orden para que más de 42.000 judíos vuelnvan a la ciudad para reconstruir el templo, pero en vez de ello, se enfocaron en sí mismos y decidieron solo dedicarse a construir sus propias casas.
El Templo de Jerusalén era el lugar donde la presencia de Dios se manifestaba, pero había sido abandonada porque decidieron dar prioridad a sus propias necesidades en vez de reconstruir su lugar de adoración donde se encontrarían con Dios.
El problema se presentó porque tuvieron opocisión que detuvo la reconstrucción. En el capítulo 3 de Esdras vemos que el pueblo se entusiasmó y comenzó a reconstruir, pero los problemas vinieron y en el capítulo 4 podemos encontrar que se desanimaron todos, y a causa de ello detuvieron la reconstrucción. Cómo suele pasar, un problema puede detener nuestro entusiasmo y compromiso a Dios.
Esdras 4:24
Propósito:
En esta lección descubriremos que pasa cuando nosotros nos enfocamos en nosotros mismos con nuestro dinero en vez de Dios.
1. La Excusa. (v. 2)
La excusa era pensar que no era tiempo que esforzarse, sino de atender sus propios negocios y casas. La excusa era que no era el tiempo correcto. Sabían que tenían que terminar el Templo, pero no era ese el tiempo de hacerlo.
Por lo que podemos leer en el versículo 6, era tiempo de la cosecha, y prefirieron dedicarse a sus propais necesidades y no dedicar un esfuerzo para Dios.
Según ellos decían que no había “llegado aún el tiempo”, y lo que realmente estaban diciendo es que “no tenían tiempo”.
El deseo de siempre demorar las cosas afecta nuestra determinación y productividad. La negligencia retraza lo que podemos hacer, y muchas veces nos lleva a la improductividad.
No tengo tiempo para esto, no tengo recursos para aquello, no tengo con que dar al Señor, etc. Las excusas siempre aparecen para justificar nuestra falta de compromiso y sacrificio.
Cuando se trata de dar para el Señor siempre ponemos excusas también: “Sé que debo dar, pero este momento no es el tiempo, mejor lo haré después que mis finanzas estén en mejores condiciones. Planeo hacerlo, pero por ahora no.”
La excusa frecuente es el tiempo, y lamentablemente esas personas nunca encontraran el tiempo correcto.
2. La Exhortación. (v. 3-11)
Hageo les das un plan de dos acciones:
a. Medita sobre tus caminos. (v. 5)
b. Ve y hazlo. (v. 8)
3. El Estímulo. (v. 12-15)
Que gran invitación al cambio:
Hageo 1:14
Hay dos lecciones poderosas a las palabras de aliento que da Hageo:
a. La presencia de Dios siempre está disponible.
b. El poder de Dios siempre está disponible.