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Las decisiones que las personas toman dicen mucho acerca de su carácter. El libro de 1 Samuel está lleno de decisiones, algunas buenas y otras malas. La primera decisión importante que encontramos en el libro es la de una mujer llamada Ana, quien no podía tener hijos. A ella la encontramos clamando a Dios por un hijo, una petición que Dios oye y satisface. Entonces, agradecida por la bondad de Dios, Ana consagra a su hijo Samuel al Señor desde que nace. Por esa razón, Samuel crece entre los sacerdotes en el tabernáculo y, con el tiempo, llega a ser el sacerdote principal y juez de Israel. Hacia el final de la vida de Samuel, los israelitas rechazan a sus hijos como jueces de Israel y le piden que les designe a un rey. Entonces Samuel les advierte que bajo el mando de un rey serán oprimidos, pero nada parece disuadirlos y así comienza la historia de los reyes de Israel. Samuel unge a un hombre alto y apuesto llamado Saúl como el primer rey de Israel. Al principio, Saúl parece saber tomar las decisiones correctas, pero pronto toma unas decisiones tan malas que Dios decide poner fin a su reinado. Entonces David, un Pastor de Belén, es elegido para reemplazar a Saúl. En varias ocasiones vemos que Saúl, a causa de sus celos contra David, trata de matarlo, pero sin tener éxito. Hacia el final del libro, Saúl y su hijo mueren, y no pasa mucho tiempo para que David sea el sucesor del trono.