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Arreglo Musical: Daniel Luis.
Reseña del himno 133 “Hubo quien por mis culpas”
Este hermoso himno fue escrito por Carrie Ellis Breck y la traducción al español se la debemos a Pedro Grado.
Carrie nació el 22 de enero de 1855, en Walden, Vermont y murió el 27 de marzo de 1934 en Portland, Oregon. Sus padres fueron Stephen Thompson y Elizabeth Boynton; era descendiente del Coronel Timothy quien a su vez fue un valiente combatiente en la batalla de Ticonderoga en la revolución estadounidense. Ella pasó la mayor parte de su vida en el Sur de New Jersey; contrajo matrimonio en 1884 con Frank A. Breck. Entre 1910 y 1920 Ellis y su esposo se mudaron a Oregon.
No fue una mujer destacada por la calidad de su tono de voz, sin embargo Dios la dotó de un extraordinario ritmo poético lo cual le permitió escribir más de 2000 poemas, tampoco se destacó en ser una dama que gozara de buena salud, pues sus agotamientos causados por la actividad cotidiana que realizaba en el hogar, la obligaban a tomar frecuentemente descansos; eran
precisamente esas pausas, que sentada en su mecedora favorita, le permitió hacer uso de su cuaderno, lápiz y plasmar las inspiraciones nacidas de un noble y agradecido corazón y así escribir preciosos poemas, y lo más lindo era que sus niños estaban alrededor de ella, cuando Dios la inspiraba en cada estrofa.
En la Biblia podemos encontrar versículos que avalan este hermoso poema que se transformó en un himno de mucha edificación.
“Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliado con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida.” Romanos:5:10
“Mas ahora, librados del pecado, y hechos siervos á Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y por fin la vida eterna.” Romanos:6:22 “Palabra fiel y digna de ser recibida de todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar á los pecadores, de los cuales yo soy el primero.” 1 Timoteo:1:15 Y estos por citar solo algunos, pues Las Sagradas Escrituras nos muestra cuan real está impregnado en nuestras vidas: “hubo quien nuestras culpas pagó. “
Este himno nos traslada a la cruz, lugar donde Jesús llevó nuestros pecados. Nos conmueve saber el magno sacrificio de amor que fue mostrado por El Unigénito Hijo de Dios. Su demostración de ternura y compasión, nadie jamás entender podrá cómo pudo cargar sobre sus hombros una deuda tal. Su sacrificio nos concede libertad; ya no más condenación. Este sacrificio, al entregar su vida por nosotros, padeciendo las más crueles torturas, una muerte tan terrible, en ese madero, en la cruz, cual si fuese un malhechor, pero lo más impactante es que nunca hizo Él maldad, ni hubo engaño en su boca. Resta de cada uno de nosotros unir nuestras voces en adoración a Dios y decirle que nuestro anhelo ferviente será seguirle constantemente, pues ya sus huellas marcó con su ejemplo de santidad, entrega y perdón. No todos reconocen sus pecados, pero a nosotros se
nos ha sido revelado esta triste verdad de saber cuan indignos y viles fuimos, sin embargo la historia nos da a conocer la más hermosa oportunidad al enterarnos que: “hubo quien nuestras culpas borró.”
Los textos Bíblicos son tomados de la versión Reina Valera 1909.
Mervalia Ramírez