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En la temporada 1988-89 se disputó en el Bernabéu uno de los partidos más polémicos que se recuerdan entre el Real Madrid y el Atlético de Madrid. Con empate a uno (Julio Llorente y Manolo), el árbitro expulsó a Tendillo por una entrada por detrás a Futre. Poco después el portero madridista Buyo chocó con Futre y golpeó al colchonero Orejuela, pero fingió que el agredido fue él y el atlético fue expulsado. Más tarde Buyo realizó una entrada fuera del área a Manolo que solo le valió la tarjeta amarilla,al igual que la que recibió el madridista Gallego por un codazo a Baltazar. Por último, en los instantes finales Martín Vázquez consiguio el gol de la victoria para los blancos con tres jugadores de su equipo en fuera de juego posicional que tapaban la visión del balón al arquero rojiblanco, Abel. Futre protestó la acción y fue expulsado.