Рет қаралды 19,758
No tenemos nada que hablar de este asunto. Si el Dios que adoramos así lo quiere, es capaz de librarnos del fuego y del poder de Su Majestad. Pero aun si no quisiera hacerlo, nosotros no pensamos adorar esa estatua de oro.
Sadrac, Mesac y Abed-Nego al rey Nabucodonosor