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Algunos con mucho tiempo otros como siempre de improvisaciones, y los representantes pues iban muy bien la verdad este año eligieron vestuario del siglo XVIII. Eva, Rubén, Lucía y Hugo.
Disfraces para todos los gustos, unos mas elaborados que otros pero la finalidad conseguida diversión asegurada de una tarde noche, de risas.
Al final se acabó a los pies de los monumentos plantados.