En enero de 1966, yo tenía 8 años, y con mi familia llegamos a vivir a Viña del Mar. En esos años Viña aun era una ciudad industrial y había muchas fábricas en la ciudad, como por ejemplo la CRAV, la Textil Viña, la ULA, la Ambrosoli. También en la recta Las Salinas estaban los gigantescos tanques de petróleo. A finales de los años 70, principios de los 80, con la llegada de los Chicago Boys, empresas como la CRAV quebraron y entonces la industria inmobiliaria se apropió de la ciudad construyendo por doquier torres de departamentos, sin respetar siquiera santuarios de la naturaleza como las Dunas de Concón. Me alegro mucho que la naturaleza se defienda abriendo socavones en la arena, ojalá se cayeran todos esos edificios.