En la tierra del sembrador la espiga y la cizaña crecen junta. Así en nuestro corazón los malos pensamientos crecen igual, aunque vivamos ocultando nuestro corazón este tarde o temprano se revelará, debemos mostrar como es nuestro corazón y Dios trabajará en el. Si solo seguimos siempre nuestros pensamientos inevitablemente nuestro espíritu será débil y no podremos sobrepasar la adversidad. Podemos vestirnos de justicia y rectificar y pensar que podemos ir así delante de Dios, pero el sabe realmente como vivimos. No solamente la palabra de Dios crece en nuestro corazón. Este corazón he recibido ❤