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Griselda Blanco es tendencia por estos por cuenta de la serie de Netflix Griselda. Apodada con el temerario apodo de la Viuda Negra, fue señalada de acabar con la vida de sus compañeros sentimentales. El hecho que genera el mayor enigma es de saber si fue o no la responsable de acabar con la vida de su último esposo Darío Sepúlveda. Para esto vamos a conocer un poco su historia:
Griselda se fue de su casa a los 14 años luego de una fuerte pelea con su madre y años después se casó con Carlos Trujillo, un hampón especializado en falsificar visas a Estados Unidos, con el que tuvo tres hijos. Cuando este murió de una cirrosis, ella se adueñó del negocio y se fue a vivir con su amante, Alberto Bravo, sin experimentar el duelo en lo absoluto. “Más que el amor, a Griselda la movía el interés”, cuenta Susana Castellanos en el libro "Las mujeres más perversas de la historia". Alberto era un hombre con mayor ambición y por eso juntos comenzaron en Nueva York sus pinos en el naciente y lucrativo negocio de la coca. En poco tiempo la Madrina era ya el contacto ineludible para cualquier narco colombiano que quisiera expandir sus redes a Estados Unidos. A Alberto lo ejecutó en Medellín en un tiroteo de película porque desconfiaba de cómo manejaba las ganancias. Ella le dio varios tiros y él le alcanzó a atinar uno, pero para desgracia de Alberto fue él quien murió. Griselda se salvó de milagro y luego se casó con su amante, Darío Sepúlveda, Griselda y Darío se conocieron en 1978 mientras se dedicaban al narcotráfico ya que él era un asesino. Le ordenaron acabar con su vida, pero él terminó enamoradose de ella.
La forma como supuestamente se deshizo de Darío Sepúlveda, el papá de su hijo Michael Corleone, es mucho más trágica que la de sus otras dos parejas sentimentales. La pareja se había separado porque no estaban de acuerdo con la manera de educar al niño de apenas 4 años.
La Madrina no lo dejaba ir a la escuela pues quería que solo se formara en el negocio de la familia, Darío no quería esa vida para su hijo y su relación con Griselda se estaba deteriorando debido a su paranoia. Por eso, el papá huyó con él a Colombia. Griselda tenía una obsesión por sus hijos, casi enfermiza. Tanto que uno de sus peores crímenes, el de Johnny Castro, un bebé de 2 años, fue ordenado porque el padre de Johnny le dio una patada a uno de sus retoños. El encargado de este trabajo para la madrina falló en el tiro y acabó con la vida de la creatura que iba con él. Cuando Griselda se enteró “dijo que estaba contenta, que estaban a mano”, relató un narco al diario Miami Herald. La suerte de Sepúlveda fue por el estilo. Griselda supuestamente desplegó un operativo para recuperar a Michael.