Рет қаралды 93
as personas que han sufrido la pérdida o el abandono de uno o ambos padres en su niñez suelen cargar con profundas heridas emocionales. Baja autoestima, inseguridad, dificultad para tomar decisiones y un temor constante al rechazo son solo algunas de las características que pueden marcarlas. El sentimiento de orfandad puede paralizarlas, silenciar sus voces y encoger sus sueños, encadenándolas al pasado, cegándolas al presente y robándoles la esperanza del futuro.