Shalom, carísimos, la Paz: «Dios les bendiga y les guarde; ilumine Dios su rostro sobre ustedes y les muestre su gracia. Dios les muestre su rostro y les conceda la paz.» Los encomiendo en mis oraciones con el rezo del Santo Rosario. Saludos, felicidades y bendiciones desde Santiago de Chile, de su siervo inútil: Sergio Roberto Orellana González.