La descubrí por casualidad. Íbamos a salir de noche, y mi novia de entonces decidió ducharse. Me puse la 2. Estaba empezando, y creí que era un anuncio. Cuando se hubo arreglado, le dije que nos quedáramos a verla, que no se arrepentiría. Buenísima. Salimos al acabar y la comentábamos con los amigos. Nadie había oído hablar de ella, pero cuando la vieron más tarde se acordaron de nosotros. Es una buena película para recordar gracias. Oye, que a mí también me apetece ser intelectual ¡Total, no tengo nada que perder! Te cambio el papel.