ANÉCDOTAS DE MI ERASMUS en SUECIA

[@MigueldeLys]

Tío, coincido en todo. Noté lo mismo.

[@estrafalario5612]

😂

[@TitoMorx]

Miguel tiene segundo nombre? No recuerdo haberlo oído antes, pero si es Miguel Antonio pues quiero saber si Antonio es este o el II.

[@Polyviajeros1]

Ese crucero Erasmus es el Sea Battle. Qué buenos recuerdos de mi Erasmus en Karlskrona… igual coincidimos en el crucero, que también ocurrió lo mismo con un francés 😂😂

[@estrafalario5612]

Para los amigos de América: - el programa Erasmus tiene la ventaja de que las asignaturas que curses ese año en el extranjero se te reconocerán como asignaturas equivalentes en tu licenciatura cuando vuelvas. Ese reconocimiento previo de la uni que envía el estudiante con la que lo recibe simplifica lo que si no serían unos papeleos imposibles. - siempre tiene beca de estudios asociada, pero varía enormemente en función del país/región que te envíe. Hay quien apenas cubría la habitación y comida, como yo, teniendo que poner de mis ahorros todo lo demás, a pesar de estar en una ciudad muy barata dentro de Europa, y otros que tenían beca para vivir de lujo y fiesta contínua e incluso ahorrar un poco (Inglaterra). - Entre España y Portugal con América estaban las becas CEAL, que supongo que seguirán.

[@marcossanmillanfadrique8190]

Estuve de Erasmus en Torino hará ya como más de 15 años (madre mía) y observé varios “fenómenos”: -Uno es el de la gente de un país que se junta solo con gente de su propio país. No obstante, hay otro opuesto que es el de quien deliberadamente huye de la gente de su país precisamente para evitar eso, igual de malo si me apuras, porque una cosa es pretender evitar un extremo y otra que, al hacerlo, caigas en el opuesto y no le dirijas ni la palabra a nadie de tu mismo país (que también pasaba). -También hubo mucha gente que se “distrajo” con la fiesta y demás y cuando se tenía que ir se arrepentía de no haber viajado o haber hecho otras cosas, como por ejemplo aprobar las asignaturas. Afortunadamente, yo no me incluyo ahí, porque decidí pronto que iba a priorizar viajar, aprender bien el italiano y sacarme todas, en lugar de andar de parranda continua (aparte de que me jodía y me jode levantarme de resaca, especialmente si es varios días seguidos). -Otro fenómeno es el de la tremenda exaltación de la amistad que existe justo al principio del Erasmus, donde nadie conoce a nadie y todo el mundo está deseoso de hacer amistades. Me dio pena que ese buen rollo extremo se fuese diluyendo (con excepciones) a medida que la gente se hacía sus corrillos de amigos habituales. -También era curioso observar a aquellas personas que claramente nunca había salido de su pueblo/ciudad/ambiente de toda la vida y se despendolaban al cambiar de aires: gente modosa que desfasaba, gente que cortaba con su novio o novia de toda la vida a veces tras llevar tan solo 24 horas en su nuevo destino… y también lo opuesto, gente que, al cabo de unos pocos días o semanas, tenían ya a su familia allí de visita o se volvían ellos a casa unos días cada dos por tres. -Por supuesto, había muchos otros rasgos seguramente comunes: las cutreces y locuras de vivir de forma independiente por primera vez, la constante necesidad de ahorrar, las macrofiestas estudiantiles (en Italia era una gran expedición en tren hasta la Puglia), la juerga, la gente que no hablaba una palabra del idioma local… -Por cierto, varias chicas me hicieron observar también lo siguiente: todos los tíos tendíamos a perder peso, pero las tías lo ganaban… ¿alguien más notó esto?

[@estrafalario5612]

Sí, en general las tías ganaban peso y los tíos perdían. Creo que en realidad era quien cocinaba algo frente a quien no cocinaba nada, porque yo entré por poco en ese grupo "de las tías".

[@marcossanmillanfadrique8190]

@@estrafalario5612 yo creo que era más una cuestión física de reacción al estrés o a los cambios bruscos de rutina, porque yo también cocinaba, y allí además se comía muy bien (era Italia) y lo perdí igual, y por lo menos ya en mi generación las tías, a esas edades al menos, no es que cocinaran mucho más o mucho mejor que los tíos...