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Ángel Pasarón sufrió un ictus con 63 años que le provocó diferentes secuelas físicas, cognitivas y conductuales que supusieron un cambio radical en su forma de vida. Una circunstancia que se vio agravada con el fallecimiento de su madre y el tener que afrontar su nueva situación en soledad y con falta de planificación en las actividades de la vida diaria y cuidado del hogar.
Por ello desde ADACE CLM, además de elaborarse un plan de atención individualizado centrado en la rehabilitación de los déficits causados por el daño cerebral, se detectó la necesidad de una intervención y apoyo a nivel social en aspectos tales como organización, limpieza del hogar o autocuidado.
El trabajo de apoyo que prestamos en nuestro Centro de Atención Directa de Cuenca es posible gracias al respaldo que nos prestan el Gobierno de Castilla-La Mancha, la Fundación ONCE y la Diputación de Cuenca.
Hay más historias de superación como ésta en nuestra página web: www.adaceclm.org