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Ruth empezó a estudiar turismo cuando era joven. Entonces tuvo un accidente y se quedó en coma dos meses. Para óptima recuperación, había artistas que le enseñaban lo que sabían, hacer arte para recuperar el control y movilidad del cuerpo. Ella no solo se recuperó, sino que se volvió una artesana ella misma.
Ruth al salir del hospital hizo una investigación en niños Manuelitos, y ahora su profesión es crearlos.
Estos niños tardan semanas en hacerse y hay que ser muy detallista y paciente para ser capaz de construirlos, hay partes que se han de hacer hasta con pinzas. Además, los niños cobran diferentes nombres, hay hasta 10 variedades de niño Manuelito, algunos ejemplos son, niño de la espina o el niño doctorcito. Su nombre deriva de una interpretación de la profecía atribuida al profeta Isaías "de que Dios vendrá como un niño al que se llamará Emmanuel, cuyo nombre en hebreo significa 'Dios con nosotros'.
Tienen muchos usos como bendecir y dar suerte, pero solo funcionan y son válidos si se elaboran con cariño y mucha imaginación.
Ella quiere que su hija siga con este negocio ya que cree que es un oficio sano y puro, que le salvó la vida.