Asensio Sáez: Un sol bajo dos miradas

La figura de Asensio Sáez es una de las más conocidas para el pueblo de La Unión. El que definió su tierra como la ‘ciudad alucinante’, reflejó el sentir de sus vecinos, haciendo que este término fuera sinónimo de un lugar que adoraba y defendía a través de escritos y obras plásticas. Su particular ‘sol’ ha vuelto a iluminar el Festival Internacional del Cante de las Minas bajo la mirada de dos personas que le conocieron, admiraron y compartieron momentos inolvidables con él: el artista Esteban Bernal Aguirre, popularmente conocido como su ‘discípulo artístico’, y el catedrático de la Universidad de Murcia, José Belmonte, estudioso de la figura de Sáez. Fue este último, durante la charla-coloquio que ofrecieron conjuntamente dentro de la Agenda Cultural, quien reivindicó la necesidad “rescatarlo” y “hacer algo” a través de la Comunidad Autónoma y el Gobierno de España para “vender el buen género” de la tierra, “sacarlo y no dejarlo guardado”. Una propuesta que definió como “un valor seguro” gracias a la importancia de su legado, y propuso reeditar su obra para que vuelva a las librerías, volverlo a estudiar, montar algún congreso o jornada y “que salga a la luz”. “Hay que demostrar que La Unión es un pueblo increíble y único, literaria y pictóricamente hablando, en el conjunto de la Nación”, añadió.
“Asensio es el símbolo de un tiempo, de una época, como un escritor y pintor único e importante que no se parece a nadie y que nadie puede pintar o escribir como él”, aseguró Belmonte, bridando todo lo que esté en su mano para llevar a cabo este reconocimiento y “sacarlo, porque el buen género se vende solo, pero el problema es que no se saque y se tenga guardado”. Un testigo que recogió el presidente de la Fundación Cante de las Minas, Joaquín Zapata, asegurando que esa petición “no caerá en saco roto», abriéndose a escuchar su visión y saber cómo debe funcionar la Fundación Asensio Sáez que preside, “que no tiene actividad y nadie se ha preocupado por ella”. “Gracias por brindar la oportunidad a La Unión de saldar una deuda histórica que tenemos, con la esperanza de contar con el apoyo de instituciones públicas y académicas”, añadió.
Fue justo ese estilo propio el que Bernal definió como ‘asensiano’, “sin comparativa, sin ser calificable porque no está dentro de una corriente”, afirmó, alejándolo de ‘cubista’ o ‘picasiano’ como se le ha definido en este tiempo. Un estilo que se mostró en Estados Unidos gracias a una conferencia en torno a él que dio Belmonte en este país, dejando “una pequeña semilla” de quién fue y qué hizo.
Su labor como investigador y estudios académicos acerca de la figura de Sáez, que le llevó a conocerle en persona y ampliar el conocimiento de su obra, hizo al catedrático merecedor del galardón que lleva el nombre del artista en esta 62ª edición, un “premio por haber sido constante y fiel a una persona como Asensio y haber investigado durante bastantes años de mi vida”, indicó, dejando la puerta abierta a seguir indagando en esta labor. “A Asensio le hubiera hecho ilusión que me lo hubieran dado a mí”, indicó, sumando este premio al ‘Pencho Cros’ al Periodismo que recibió en 2018; otro ilustre de La Unión que conoció gracias a la amistad con Asensio y el acercamiento que tuvo con ello al Festival Internacional del Cante de las Minas.
Era un hombre agradable en el trato; inteligente, bondadoso y entrañable; un “personaje que trasciende los calificativos”, que “parecía que vivía un tiempo que no era el suyo”; renacentista, perteneciente al mundo romántico y surrealista; un moralista tardío, y también muy barroco. Así definían dos amigos a alguien a quien admiraban 16 años después de su despedida, en un Salón de Actos de la Casa del Piñón que muestra su retrato como Hijo Predilecto.
A su parte de artista y humanista, se sumaba la parte literaria y también la de maestro, haciendo de él la definición exacta de ‘polivalencia’. “Gracias a él La Unión pertenece a una de las pocas ciudades mito, porque fue asumido y aceptado por el pueblo”, indicó Esteban trasladándonos a esa ‘ciudad alucinante’. El hijo del que fue el alcalde que vivió aquel enfado de Juanito Valderrama no dudó en admitir que Asensio fue “el culpable” de transmitírselo a Esteban Bernal Velasco y poner en marcha el Cante de las Minas. “Supo dotar al Festival de un traje a medida cultural e intelectual, de una imagen corporativa entre anagramas, carteles y escenografías, aglutinando a un grupo de pintores”, recordaba. Sigue el dilema si Asensio era un escritor que pintaba o un pintor que escribía. Belmonte supo responder: “Cuando lees a Asensio estás viendo a Asensio, y cuando ves su pintura, estás viendo la literatura de lo que hace Asensio, creando una simbiosis artística”. “Era un artista puro, porque llevaba toda esa esencia dentro”, añadió, concluyendo en su énfasis de que fue “una persona importante que ha formado parte de la cultura, no solo de La Unión, sino de este país”.