Рет қаралды 116
El pecado ha roto nuestras almas, quebrado nuestro corazón, esclavizado nuestras voluntades. ¿Cómo hemos de ser libertados? ¿De dónde vendrá nuestro socorro? ¿Hay alguien que nos pueda sanar? Oh, Cristo es quien mi pecado puede quitar, en muerte de expiación mi alma ha se sanar. A Él veremos, y seremos libres. ¿Lo crees?