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El proyecto “Barniz de Pasto mopa-mopa: una manifestación milenaria de la economía popular” presentado por la Fundación Mundo Espiral, ganador de la Convocatoria de Estímulos 2024, del Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes de Colombia, ahondó en la economía popular existente en los tres eslabones de la cadena productiva: recolectorxs de mopa-mopa, artesanos de la madera y maestrxs decoradorxs.
Para nuestro caso, la “economía popular” será aquella que se basa en la producción de la artesanía del Barniz de Pasto, con base en el intercambio de bienes o servicios a partir de la palabra, la confianza, la mente y el sentimiento, generando lazos que se estrechan y perduran con el pasar del tiempo. Impronta que las generaciones llevan tatuadas en su manera de proceder y que va más allá del dinero, los documentos y la legalidad, sin llegar a ser ilegal.
Para no hacer un juicio negativo a este tipo de economía -como sucede en la mayoría de los casos- que concluye en el siempre bienvenido llamado estatal para apoyar el tránsito a la formalización. Lo que pretendemos comprender, son los elementos positivos que están presentes en la “economía popular” y que la legalización puede afectar o resquebrajar, aunque también puede constituirse en una simple lista de chequeo a cumplir por parte de recolectorxs y artesnxs que no incide profundamente en su visión del mundo.
De esta manera, llegaremos a unas reflexiones nunca acabadas que nos permiten argumentar que el principal hallazgo en nuestro proceso de co-investigación, es que las personas que hacen parte de la producción de obras en Barniz de Pasto constituyen una gran familia, con todas las múltiples relaciones que se generan entre sus integrantes desde hace varias generaciones. Una muestra más de la presencia de muchos mundos en este mundo “capitalista-global-único”.