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El viernes 4 de octubre, en las instalaciones de la Parroquia San Francisco Solano, se celebró una emotiva ceremonia de bautismo que marcó un hito espiritual en la vida de varias personas importantes de nuestra comunidad. Cada una, tras haber sido iniciadas en la Palabra de Jesús y sus enseñanzas, tuvieron la oportunidad de recibir el sacramento del bautismo, un momento trascendental en su camino de fe. Entre los bautizados se encontraban nuestra directora encargada, la profesora Bárbara Guerrero, y nuestra querida recepcionista, Paloma Sandoval.
La ceremonia fue presidida por nuestro capellán, el padre Ignacio Muñoz, quien recordó a los presentes el profundo significado del bautismo: la renuncia al pecado y el compromiso de vivir en la luz de Cristo. Este sacramento que, no solo representa el perdón de los pecados y la purificación del alma, sino también el inicio de una nueva vida en Cristo, estuvo marcada por el amor, la compasión y la fe. En esta, cada persona fue acogida como hija de Dios, recibiendo la gracia divina.
Para nuestra comunidad, este momento es motivo de gran orgullo y alegría, ya que sumamos nuevos miembros a nuestra familia de fe. Ser testigos de personas que asumen este compromiso espiritual es siempre un recordatorio del poder transformador de la Palabra del Señor y del amor incondicional de Dios por cada uno de nosotros.
Que esta luz que han recibido ilumine su camino, y que, como comunidad, sigamos siendo testigos vivos del amor de Cristo.