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Un héroe o una heroína es una persona que ha realizado una hazaña extraordinaria que requiere de un gran valor. Dependiendo del contexto en el que nos encontremos, distinguimos hasta seis tipos de héroes:
1. Héroe clásico: personaje que posee un gran talento que lo separa del resto del mundo. Este talento podría ser una habilidad, como la capacidad de luchar, o podría ser una cualidad interna, como la valentía o la inteligencia. Por lo general, este tipo de héroe parece una persona normal y corriente hasta que sus poderes comienzan a revelarse, como cuando Harry Potter se entera de que es un mago con poderes mágicos. Este arquetipo de héroe también está presente en Star Wars en el aparentemente normal Luke Skywalker.
2. Héroe épico: es el héroe más popular de la mitología griega y posee cualidades heroicas de otro mundo. Estos personajes suelen tener un origen noble y son legendarios debido a sus habilidades aparentemente sobrehumanas y sus hazañas heroicas. Los ejemplos de héroes de esta tradición se remontan a La epopeya de Gilgamesh del 1800 a. C. Otros héroes épicos incluyen a Aquiles (de La Ilíada de Homero), Ulises, Beowulf, el Rey Arturo y superhéroes como Superman.
3. Héroe trágico: héroe con un gran defecto o que ha cometido un error de juicio que finalmente lo conduce a su ruina y caída. Los héroes trágicos evocan un sentimiento de miedo o lástima en la audiencia, conocido como “pathos”, cuando se presencia su desaparición definitiva. Quizás el ejemplo más conocido de héroe trágico sea Edipo, que pecó por su excesivo orgullo, por lo que el destino trágico lo llevó a matar sin querer a su padre y casarse con su madre. En Romeo y Julieta de William Shakespeare, el defecto de Romeo es su pasión desenfrenada e impulsividad emocional, que lo lleva a su propia muerte y la de Julieta.
4. Héroe corriente: persona normal y corriente, sin ninguna característica o cualidad heroica aparentes. Suelen ser desamparados o perdedores en circunstancias extraordinarias que los obligan a actuar heroicamente. Aunque carecen de cualidades heroicas inherentes, los héroes corrientes suelen caracterizarse por su brújula moral y su desinterés en las acciones. Además, los lectores se identifican fácilmente con este tipo de héroes debido a su naturaleza ordinaria, como ocurre con Bilbo Bolsón en El Hobbit de Tolkien. Bilbo es un hobbit común sin habilidades extraordinarias que, sin embargo, realiza una aventura para obtener el tesoro custodiado por un dragón.
5. Antihéroe: Los antihéroes no poseen cualidades tradicionalmente heroicas. De hecho, tienen cualidades que parecen más propias de un villano, como la deshonestidad, la codicia o la inmoralidad. La lucha del antihéroe para superar o reconciliar estas cualidades moralmente dudosas hace que la audiencia se identifique también fácilmente con ellos, pues ejemplifican el conflicto humano entre el bien y el mal que todos experimentamos. El Gran Gatsby tiene un antihéroe icónico: Jay Gatsby, quien logra salir de la pobreza mediante el crimen organizado y el robo. En Star Wars, Han Solo es un contrabandista arrogante y pícaro que finalmente supera su propio interés para ayudar a la Alianza Rebelde.
6. Héroe byroniano: El héroe byroniano, que deriva del poeta romántico inglés Lord Byron, se caracteriza por ser malhumorado, hosco e inescrutable por fuera, pero presenta tras su apariencia una maravillosa e interesante personalidad. Estos héroes suelen tener defectos y heridas del pasado, pero también se dejan llevar por fuertes pasiones y un gran sentido de la moral. Además, cuestionan las creencias y convenciones de la sociedad normal, lo que lleva a su propia alienación social. En Orgullo y Prejuicio, el Sr. Darcy es un héroe byroniano y un paria cegado por su pasión por Elizabeth.
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