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Bosco Gutiérrez Cortina, hijo de un prominente empresario de México DF, no tenía problemas en la vida. Pero una mañana, cinco hombres lo toman por detrás al grito de “Delegación Anticorrupción”.
Lo esposan, lo golpean y lo tiran al suelo de un coche. Así empiezan 257 días de encierro solitario y aislado en un espacio minúsculo sin luz natural.
Los comienzos serán de desesperanza, pero un día decidirá tomar las riendas de su vida y cuidar su “espacio interior”, su nuevo hogar. Así deberá aguardar por el momento más esperado: la ocasión para escapar.
En mayo nos visitará en Argentina para relatarnos la historia de su secuestro.