Gloria a Dios por estas enseñanzas las cuales nos enseñan la importancia de llevar una vida práctica en el evangelio no dejándole todas las cosas a Dios sino pidiéndole que por medio del Poder de su espíritu santo nos ayude a vivir una vida agradable delante de él nosotros removiendo y poniendo límites a lo que nos hace daño y nos contamina porque eso nos toca a nosotros