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El agua que afecta una edificación actúa de dos maneras, ejerciendo presión positiva o presión negativa, entender este concepto es fundamental para solucionar cualquier problema de humedad e impermeabilización.
Presión positiva, es cuando el agua está en contacto directo con la capa impermeabilizante.
Dentro de estas aplicaciones que tienen presión positiva están los techos, y muros de fachada, donde el agua lluvia viene del exterior y cae directamente sobre el impermeabilizante de la cubierta, y en el caso de los muros la lluvia en conjunto con el viento impacta sobre la pintura ejerciendo presión positiva, otro ejemplo son las paredes internas de una alberca, donde el agua contenida en el tanque ejerce presión positiva sobre el recubrimiento.
presión negativa es cuando el agua incide sobre la parte contraria del soporte donde esta aplicada la capa impermeabilizante, decimos que una impermeabilización está sometida a presión negativa, cuando el agua llega desde la parte posterior ejerciendo una fuerza que despega el recubrimiento,
Dentro de las aplicaciones que tienen presión Negativa están los muros en sótanos enterrados. Donde el agua del terreno penetra por absorción a través de los elementos constructivos y se manifiesta en daños de los acabados en pisos y paredes.
La humedad puede aparecer en una edificación por varios motivos:
1. Penetración del agua lluvia: La forma más evidente de la acción de la humedad sobre una edificación es el agua que cae en forma de lluvia, que en conjunto con los vientos, penetran por las aberturas y afectan todas las superficies expuestas a la intemperie.
2. Condensación: es el agua presente en el ambiente en estado gaseoso, cuya cantidad aumenta al cocinar, lavar ropa, ducharse con agua caliente, o la simple respiración de los habitantes, cuando este vapor pasa a estado líquido sobre superficies más frías que normalmente dan al exterior como las paredes y las ventanas, es allí cuando generan malestar en los moradores y daños en los acabados
3. Agua atrapada al construir: es el agua que se incorporó a la vivienda durante su construcción, por ejemplo el agua en los concretos, morteros, ladrillos, el agua de preparación de estucos, adhesivos, pinturas base agua, limpieza, lavado, etcétera.
4. Humedad ascendente desde el terreno: también conocido como humedad ascendente por capilaridad, se trata de un flujo continuo y constante de moléculas de agua que se elevan desde el suelo sobre el que está apoyada la edificación hacia arriba penetrando en los materiales de construcción que forman las paredes y subiendo por ellas.
5. Filtraciones en instalaciones los defectos en instalaciones y artefactos que conducen agua tales como la red de agua potable, alcantarillado, bajantes de agua lluvia, entre otros.
6.Agua almacenada: la presencia de agua almacenada es una causa potencial de humedad hacia el interior de la edificación, ya que cualquier falla de la estructura que contiene el agua, esta se puede filtrar al resto de la construcción.
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