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La primera maravilla de Colombia se encuentra ubicada a hora y media de Bogotá D.C., la capital del país. Se trata de la Catedral de Sal de Zipaquirá: un lugar que nació a partir de la fe de los mineros y se convirtió en inspiración para construir uno de los santuarios más imponentes del mundo.
Para llegar a la Catedral tomamos el Tren de La Sabana desde la estación de Usaquén en la ciudad de Bogotá D.C.. Al finalizar el viaje,, abordamos un taxi que nos condujo hasta el Santuario tras 10 minutos de recorrido. Al llegar, nos dejamos sorprender por su mágica arquitectura y sus impresionantes símbolos y estaciones del Via Crucis talladas con sal. El recorrido es corto, pero su significado es tan único, que se aprende a valorar la historia, decoración y trabajo realizado detrás de cada paso en el interior de la mina.
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