He creado un desierto de paraísos perdidos Donde se aglomeran sueños y todos penden de un hilo De ti, tengo mil dunas que me entorpecen caminos Y su arena me ahorca, pues, incitan al abismo Y he creado un cielo de paraísos perdidos Allí habitaba una luna que se esconde si miro Y de ti tengo mil nubes que ennegrecen si lloras Así me llueve en el tórax tu desgarrado olvido Y he creado un océano de paraísos perdidos Con tormentas de fuego y remolinos de exilio De ti tengo mil gotas de tu agotado aroma Que ya no huele ni evoca tu calor como abrigo Y he creado un mundo sin paraísos perdidos Que habitaba en tu boca y me rechaza agresivo Y de ti en realidad ya no tengo nada Tan solo la certeza de que las cosas perdidas son nuestras Son nuestras