Cierto que la escuela debe prepararnos para un mundo cambiante, pero ¿hasta qué punto? Estar preparados para adaptarnos a cualquier tipo de entorno, incluso geográfico… no es plegarnos a las exigencias de la flexibilización del mercado laboral? Si no hay trabajo en tu país te vas a otro, que remedio… pero que la escuela nos prepare para ello, no es darnos por vencidos? ¿No debería la escuela también prepararnos a luchar por nuestros derechos? ¿No deberíamos tener el derecho de trabajar en nuestro país, ahora desguazado por los buitres? Por lo demás, muy interesante el sistema Amara Berri. Espero que mi crítica se considere constructiva. Si comento esto porque me parece que, a base de marketing y subvenciones, nos están colando en centros con pedagogías alternativas principios que sirven a la nueva economía más que a los alumnos.