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“¡Hola amigos! Soy Jorge Marrón, colaborador y guionista de El Hormiguero, y me he operado de miopía en Clínica Baviera.
¿Por qué decidiste quitarte las gafas?
Porque yo tengo ahora mismo 37 años y llevo gafas, más o menos, desde los 7 u 8 años. Con lo cual, 30 años de gafas yo creo que ya era suficiente. Buscaba un poco de comodidad, evitar los impedimentos que surgen con las gafas en el día a día, por ejemplo, que se te ensucian enseguida y las tienes que estar limpiando todo el rato o que te metes en un bar en invierno y se te empañan, que cuando llueven se te llenan de agua los cristales… Y también, para mi trabajo, a la hora de hacer experimentos, te tienes que estar colocando máscaras, trajes… y las gafas siempre te incomodan un poco. Para liberarme de todo esto y poder hacer las cosas de forma más ágil y más a gusto, pensé que había llegado el momento de decir adiós a las gafas.
¿Qué crees que vas a disfrutar más, ahora que no llevas gafas?
Por ejemplo, una de las grandes alegrías que me voy a llevar es ir a la playa sin gafas. Eso antes era muy complicado porque me tenía que fijar en las sombrillas, para localizar, y, después, en personas. Normalmente yo voy mucho con Juan, mi compañero de El Hormiguero, y entonces decía: La sombrilla verde y el tío del pelo largo, ahí es donde voy yo. Me metía al agua, salía, y, en alguna ocasión me ha pasado, que me he sentado con un hombre con el pelo largo que no conocía de nada. Me sentaba al lado y decía: Hombre, Juan. ¡¡Uy, no es Juan, hasta luego!! Y me tenía que ir. Una situación muy patética, claro.
¿Por qué elegiste Clínica Baviera?
Porque es una clínica que conozco desde hace mucho tiempo y siempre había oído que da garantías. Y eso es lo que uno busca cuando se va a operar. A parte, hace poco, uno de mis mejores amigos se acaba de operar en Clínica Baviera y me comentó que había quedado encantado de la vida. Ahí me decidí por Clínica Baviera.
¿Cómo ha sido tu experiencia en Clínica Baviera?
Fenomenal. Ha sido muy rápido todo. Primero concerté una cita para que me hicieran las pruebas y ver que me podía operar de miopía. Me dilataron la pupila para ver que el fondo de mi ojo estuviera OK. Me dijeron que todo estaba perfecto, que no había ningún problema. En un par de semanas tenía cita para la intervención y ese día fue todo fenomenal. Todo el mundo estuvo súper atento y me explicaron todos los pasos durante la operación, que es un momento en el que te sientes muy vulnerable. Eso te tranquiliza mucho. Después de la operación hubo un pequeño tiempo de espera y después me fui a casa directamente. En ese momento todavía tienes los ojos un poco sensibles a la luz y esa tarde me quedé tranquilo en casa con los ojos cerrados. Al día siguiente ya empecé a ver lo que es una auténtica locura. La mañana siguiente de la operación me la pasé en casa dando vueltas, mirando cosas que no había visto.
¿Cuáles fueron tus primeras impresiones al salir de la operación?
Muy buenas porque, primero, en la operación no tienes ningún tipo de dolor. Te administran la anestesia en gotas y tienes cero dolor. Lo único es tienes que llevar gafas de sol porque la luz te molesta y es mejor que te vayas a descansar a casa. Al día siguiente te levantas fenomenal.
¿Cómo resumirías en una frase la experiencia de tu operación?
¡¡Satisfacción total!! Sobre todo, porque yo tenía muchísimas ganas de quitarme las gafas. Cuando se habla de operaciones de este tipo, y especialmente si hablamos de los ojos, puedes pensar que “da cosilla”. Una vez llegas a la clínica y te pones en manos de los doctores, todo va fenomenal. Te tranquilizan y te das cuenta de que está todo “hipercontrolado” y sales de allí encantado de la vida.
¿Cómo definirías Clínica Baviera en una frase?
“Me han hecho padre”. No, en serio, es todo tranquilidad, seguridad y garantía, que es lo que buscas en estos momentos.
¿Cómo te ha cambiado la vida?
Estoy encantado. No paro de pensar en por qué no me he operado antes. Me ha cambiado mucho porque llevaba gafas desde que tenía siete años, con la incomodidad que esto supone. Ahora no llevo gafas y me siento fenomenal, especialmente para practicar deportes que yo hago habitualmente, como el surf, que con gafas no se puede hacer.
¿Qué le dirías a alguien que se quiere operar?
Que lo haga ya mismo, que no lo dude más. Yo también lo he dudado durante un tiempo y, luego, una vez que lo haces, piensas en por qué has esperado. Sé que al principio “da mucha cosilla” y la palabra “operación” siempre es una cosa que echa para atrás al ser humano, pero es que con la tecnología actual y con lo sencillo y rápido que es y el resultado, que es inmejorable, no puedes pensártelo más"
Más información: www.clinicabaviera.com