Buenas Padre Eugenio. Qué bien este tema, el diálogo: contenido ( en un diseño curricular) del que nos ha hablado. Digo contenido, planteando en un segundo año del profesora de educación primaria, uno de los estudiantes dice que eligió el contenido diálogo: explicó qué actividad realizaría, pero al preguntar a cada uno de los estudiantes que escuchaban, que pensaban ellos "es el diálogo", no sabían definirlo, tal vez decían acciones: pelear, discutir , etc. relacionadas con el diálogo, incluso vimos la trayectoria de un estudiante desde el jardín pasando por primaria luego secundaria y finalmente en el nivel superior y vimos que los que espontáneamente dialogan más, son los más pequeños, luego nos vamos callando, obviamente hay excepciones. En conclusión, en un principio es espontáneo dialogar, luego va costando y finalmente hay mucha inhibición, tal vez tiene que ver con el poco desarrollo de la oralidad. Por otro lado, qué belleza pensar de dónde vienen nuestras palabras, porque el diálogo se corta cuando no damos a nuestros hermanos palabras desde el corazón, sino más bien desde nuestros celos, codicias, enemistad, inteligencia. Qué diferente serían nuestras relaciones. Tal vez en la adolescencia y la niñez se necesita que los adultos dediquemos más tiempo para conocer qué piensan y dicen ellos desde su corazón. Gracias por su minuciosa explicación!