Coordinan Ana Grynbaum y Alba Piotto. Exponen (por orden de aparición): Ana Grynbaum, María del Carmen González de León y Mercedes Álzaga.
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@lissardigrynbaum40349 күн бұрын
Próximo encuentro: lunes 4 de noviembre de 2024, 20 hs. (Río de la Plata), por Google Meet. Expositores: Gabriela Onetto (escritora, licenciada en filosofía y tallerista uruguaya), Débora Santangelo (artista conceptual argentina) y Alejandro Cruz (artista visual, docente y curador uruguayo).
@lissardigrynbaum40349 күн бұрын
Los objetos materiales devienen aceleradamente obsoletos en nuestro mundo de creciente virtualidad. Sin embargo, por más reducidos que sean nuestros habitáculos y por más pragmáticos que nos consideremos, hay ciertas cosas de las cuales no querríamos separarnos. Con o sin valor de mercado, con o sin una historia acreditable, algunos objetos nos acompañan, incluso nos perturban. Su eliminación no resulta una simple caída en la nada. Les reconocemos, o les negamos, su dimensión de amuleto, talismán o fetiche, creemos o descreemos de la energía con que el pasaje por determinadas manos debió haberlos cargado. En todo caso, hay objetos que no son cualquier cosa y que, con su rotunda materialidad, nos interrogan. A cada quien lo llama de otra manera un zapatito o una mantita, le hablan en diferentes términos la muñeca o el anillo de diamantes. Es posible que las muchas cosas que, aun queriendo, no hemos podido tirar, y también aquellas que pululan por los mercados de pulgas -paraíso de los coleccionistas, museos vivientes- terminen desapareciendo dentro de un lapso corto. Pero todavía estamos a tiempo de rescatar algo de su magia, incluso bajo la sospecha de que la capa sobrenatural de su brillo se la hayamos colocado nosotros. O se deba a la acción de alguna parte nuestra que nos resulta tan ajena como las cosas llámese inconsciente, por ejemplo y respecto de la cual permanecemos alienados, así como desconocemos las ideologías que han diseñado muchos productos de fabricación. Dichos enseres, útiles e inútiles, estuvieron en contacto con nosotros el tiempo suficiente para impregnarse de nuestro espíritu.