Coplas De Todos Santos, HERMOSAS CHOLITAS, SAXOPHONE y ACORDEÓN, 'ASIKUYKI WANK'I'

Aquí tienes una hermosa interpretación de la música y folklore tradicionales de Cochabamba. Se trata de melodiosas tonadas típicas de esta temporada, acorde con nuestro calendario religioso quechua. Estas expresiones culturales actúan como puentes de comunicación entre las diversas comunidades del valle. A través de estas canciones, se transmiten alegrías, emociones y valores ancestrales, compartidos entre los habitantes de Cochabamba, ya que estas tradiciones son exclusivas de nuestra vivencia e historia en los valles de Bolivia.
Para aquellos que no son de la región, esta música podría considerarse simplemente una curiosidad. Sin embargo, para los residentes del amplio valle cochabambino, con sus diferentes niveles geográficos, esta música y tradición están llenas de mensajes culturales intangibles, así como de aspectos históricos y étnicos ancestrales.
La canción en cuestión está hermosamente interpretada por una talentosa dama valluna, que imprime un estilo muy clásico. La calidad y la emotividad de su voz son inigualables; realmente es una voz muy bella. He incluido la letra en quechua para facilitar su comprensión.
De esta manera celebramos el mes del AYA MARK"AY incaico, siempre honrando a nuestros sagrados ancestros y a la sagrada planta de coca. Wallunk'as/Tonadas De Todos Santos, en resumen, es la celebración de la inmortalidad del alma ancestral de los quechuas. Este género de música ceremonial está destinado a ser interpretado durante la época en que supuestamente los espíritus de nuestros antepasados regresan a esta dimensión, visitando a sus ayllus. Según Cristóbal Molina (1529-1585), cuando llegaba la época de las celebraciones, los líderes y principales de las aldeas y poblaciones andinas se encargaban de oficiarla. Aparentemente, eran festividades muy solemnes, donde se ofrecían obsequios a las divinidades ancestrales en sus santuarios llamados Wak'as, tres veces al día: la primera al amanecer, la segunda al mediodía y la tercera al atardecer. Durante estas ocasiones, los Wak'as recibían todo tipo de ofrendas, sacrificios y gestos para dar la bienvenida a los espíritus ancestrales que volvían de otras dimensiones a través de este portal sagrado, los Wakas. Las ofrendas de nuestros antecesores consistían principalmente en sacrificios de auquénidos, la sagrada hoja de coca, libaciones y otros elementos que eran importantes para ellos durante su vida en este mundo. Se ofrecían diversas comidas, manjares, frutas, flores y bebidas dispuestas en mesas y altares, creando un verdadero festín, acompañado de música y cantos para entretener a los espíritus, todo al ritmo de instrumentos de viento andinos. A esta práctica se le conoce como la Veneración de los Ancestros. Los propios españoles se sorprendieron al presenciar estas ceremonias, como lo relata Francisco Pizarro en sus crónicas, destacando: "Era impresionante ver a la gente dedicada a la veneración de sus ancestros, ofreciendo todo lo que consumían en vida a los muertos, con los muertos ofreciéndose entre ellos, así como a los vivos, y viceversa." A su llegada a Cuzco en 1533, las tropas de Francisco Pizarro descubrieron que los cuerpos momificados de los líderes antiguos se guardaban en el "Palacio del Muerto", bajo el cuidado vigilante de sus descendientes o ayllus. Se supo que estos cuerpos, vestidos con los tejidos más finos, eran visitados periódicamente, adorados, alimentados e incluso sacados a la plaza en ocasiones especiales para recibir consultas. Los cuerpos de otros ancestros también se envolvían cuidadosamente en finos mantos y se depositaban en sepulcros construidos para este propósito. Según el cronista Cieza de León, la forma de estos sepulcros variaba de una región a otra, algunos eran profundos, otros altos y otros planos. Cada nación del Tawantinsuyo buscaba su propio estilo para honrar a sus difuntos. Una característica destacada de estos sepulcros es que eran accesibles, generalmente con una orientación hacia el este y cubiertos con una losa. Este acceso permitía abrir las tumbas para renovar la ropa y la comida que se había colocado dentro, ya que en estos sepulcros se depositaban los cuerpos de varios individuos de diferentes edades y generaciones. Sin lugar a dudas, este acceso también servía para depositar otros cuerpos, posiblemente miembros del mismo ayllu, en tiempos posteriores. Por último, un sepulcro con acceso demuestra el interés de los descendientes en mantener contacto con sus ancestros, ya sea para alimentarlos, renovar sus ofrendas o consultarlos. Esto se refleja en las famosas CHULLPAS, que además de preservar los cuerpos, eran obviamente accesibles, lo que permitía agregar nuevas ofrendas y otros cuerpos, facilitando la comunicación entre los ancestros y los vivos durante los rituales. La organización del ayllu y la Veneración de los Fundadores del Ayllu fueron características distintivas del estado inca. El ayllu es un grupo de descendencia que comparte un ancestro común.