Pues yo creo que Hacienda tiene razón porque con la sucesión de empresas consigues que la deuda se quede en la empresa antigua y la generación de recursos en otra empresa que no tiene la deuda, empresa que es la misma salvo por los ropajes formales: si se dedica a lo mismo, tiene los mismo trabajadores, mismos proveedores, mismos clientes, mismos jefes, sean administradores legales o de hecho... Tan solo has cambiado lo que genera rendimientos de un bolsillo al otro del pantalón. Y lo de las medidas cautelares son obvias porque mientras te liquidan, impugnas y lo demás, ya has vaciado la nueva empresa y van a tener que derivar a la siguiente