Рет қаралды 2,493
El bautismo de Jesús en el río Jordán nos ofrece una imagen poderosa y reveladora: los cielos abiertos. Este acto celestial no es solo una visión de aprobación divina, sino una afirmación, ante todas las miradas, de que Jesús es el Salvador. Así como los cielos se abrieron para Jesús, Él nos invita a abrir nuestros corazones para recibir su guía y gracia en cada paso de nuestro camino.