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El paisaje de la Sierra de Huelva en verano sufre importantes alteraciones en su colorido, como es lógico, debido a la zona climática en la que se encuentra. Se mantiene el verde arbóreo y arbustivo, tiñéndose de amarillo todos sus pastizales; y es que no pierde su encanto, aún con los tonos pajizos.
Vamos a tomar una muestra de lo comentado paseando por el término municipal de Cumbres de San Bartolomé, en los confines, por el norte, de la provincia de Huelva, acariciando la frontera con la Extremadura pacense.
Algunas cabras que tratan de saciar su sed nos dicen hola, no muy convencidas de aquellos extraños sonidos. Estamos en el pequeño embalse de Cumbres que está asociado al arroyo de la Dehesa, arroyo de caudal muy irregular, estando la mayor parte del tiempo seco. Esta riverilla forma parte del gran entramado de la cuenca del río Guadiana.
El pequeño pantano, con su humilde presa, se construyó para abastecer de agua a la población de Cumbres de San Bartolomé, municipio que cuenta con 373 habitantes (2018). Observamos en las imágenes los estragos del verano sobre el pantano, cómo van creciendo sus orillas en detrimento del volumen de agua embalsada, cómo asoma una bonita paleta de colores verdes y amarillos con distintas combinaciones de ambos.
Remontamos su sinuoso paisaje para alcanzar el pueblo. En la travesía observamos su precioso paisaje, pajizo y semidesnudo en sus cercanías; algo más alejado, apreciamos sus elevaciones montañosas, las que le dan nombre a la localidad, su entorno natural por excelencia. Estas extensiones de Sierra Morena nos regalan un paisaje mucho más repleto de vegetación, dominando las amplísimas dehesas los encinares y alcornocales sobre suelos en general muy pobres para la agricultura.
Y llegamos al núcleo de población de Cumbres de San Bartolomé, con un caserío típico serrano, una estampa muy andaluza con una arquitectura sencilla de casas blancas y tejados rojos, generalmente de un solo piso, con doblado que servían para depósito de granos y semillas, con calles despejadas y alegres.
Nos aposentamos por un momento en la Plaza de España y un lugareño nos contó un poco sobre la historia del pueblo, y gracias a él obtuvimos una interesante información. Nos comentó que existió en los alrededores un antiguo poblado llamado Nertóbriga, en la Baeturia Celtii. Éste fue primero un asentamiento celta y después romano. En este último periodo se le denominó Concordia Julia Nertóbriga, destruido o abandonado a finales del siglo V. Sus pobladores abandonaron el valle y se refugiaron en las zonas cercanas, topográficamente más altas. Éste sería el origen primitivo de pequeñas aldeas de la zona que le llamaron “Cumbres” (hoy día, Cumbres de San Bartolomé, Cumbres de Enmedio y Cumbres Mayores, municipios de la provincia de Huelva). También nos comentó que aún pervive la tradición oral y que al pueblo se le sigue llamando Cumbres de Abajo o Cumbres Bajas, que lo de San Bartolomé es debido al apóstol, Patrón de la localidad.
Y observamos el pueblo tal y como es en estos momentos, después de tanta evolución debida a acontecimientos históricos. Su caserío está articulado principalmente por cinco calles longitudinales paralelas entre sí: Fuente, Parras, Espíritu Santo (HV-2111), Mesón y Ave María, además de tres plazas importantes: San Sebastián, España y del Pilar.
En este entramado urbano destacan sobre todo dos elementos patrimoniales que simbolizan su devenir histórico: su castillo, del que queda una muralla artillera, de finales del siglo XIII (Sancho IV el Bravo). Forma parte de una cadena de fortificaciones, conocida como Banda Gallega, creada ante las disputas de castellanos y portugueses por estas tierras tras la reconquista cristiana del territorio musulmán. Su interior alberga una plaza de toros rectangular.
Y la Iglesia de San Bartolomé Apóstol, en la Plaza de España, con interesantes portadas de cantería de estilo gótico tardío. En numerosos detalles y en su cabecera ochavada se trasluce la transición del gótico al estilo isabelino.
Sería en época de la reconquista, en 1249, cuando el rey Fernando III el Santo funda esta parroquia. La iglesia es de planta basilical y una sola nave, con torre del siglo XVIII. Su interior alberga dos tallas románicas de gran interés.
Decimos adiós a este pueblo tranquilo y afable, que trata al visitante con amabilidad y cortesía, tras un ameno y agradable paseo por su caserío.
(Nota: algunas y imágenes y/o vídeos han podido ser cedidos por amigos y colaboradores del canal. Siempre sin ánimo de lucro).