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Justo antes de que el cielo se iluminara en un fabuloso y multicolor castillo de fuegos artificiales con el que se puso punto y final a las Fiestas del Jubileo y del Santísimo Cristo del Buen Acierto de l’Alfàs del Pi, todos los vecinos tuvieron ocasión de mostrar su devoción y cariño por su Cristo en la procesión que precedió a la embajada que este año recitó la niña Edurne Madrid Soler y que, como suele ser habitual, dejó momento de muy honda emoción entre todos los presentes.
El día dedicado al Santísimo Cristo del Buen Acierto fue, como siempre, el encargado de poner punto y final a toda una semana de celebraciones en las que los actos religiosos de han compaginado y complementado con los lúdicos y en los que los festeros han llenado las calles de color, buen humor y música dejando siempre hueco para el recogimiento y la devoción en actos como la ofrenda del pasado miércoles y, por supuesto, la multitudinaria procesión del Cristo del Buen Acierto por las principales calles del municipio en la tarde de ayer.
Todo ello, como decíamos, antes de que la niña Edurne Madrid Soler recitara en la plaza Mayor y minutos antes de que la imagen volviera a entrar en el templo, la embajada al Cristo, un texto de Gregorio Llorca Barceló que data de mediados del siglo XX y que narra la llegada de la imagen al municipio, según consta en la tradición popular.
Finalmente, un castillo de fuegos artificiales que iluminó la noche de l’Alfàs del Pi sirvió como colofón a toda una semana de celebraciones que ahora terminan mientras que los festeros cuentan ya los días que faltan hasta la próxima edición de sus fiestas más entrañables.