Se me hace bien difícil aceptar pasivamente que Edgardo ya no se encuentra entre nosotros, tan solo 7 meses después de nuestro amigo Luis Antonio Rivera. Ambos me hicieron sentir como parte de la familia de 940 AM desde 2011 cuando comencé a visitar la emisora semanalmente para hacer mis pequeñas aportaciones al programa vespertino que animaba Yoyo. Me place confirmar que todo lo que se ha dicho y escrito en cuanto a la calidad como persona y también la calidez humana de nuestro querido Edgardo es completamente cierto, poseedor de un grande y versátil talento artístico, siempre de buen humor y siempre haciendo lo que estuviese a su alcance para la propagación y preservación de la historia de todos nuestros grandes artistas y sus obras. Descansa en paz, amigo Edgardo.