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Después de ser DEPORTADO en los últimos días del gobierno de Barack Obama, Carlos se gana la vida haciendo figuras con ramas de palma.
El gobierno norteamericano lo separó de su hijo y esposa, ellos se quedaron en California.
Originario de Nochixtlán Oaxaca, llevaba cuatro años en Estados Unidos. Desde su regreso en enero está aquí en la ciudad de México donde busca trabajar como cocinero en algún hotel. Por lo pronto, ocupa un lugar en el centro histórico, haciendo rápidamente lindas figuras, cuidándose de los policías para que no se lo lleven detenido ni le confisquen su mercancía.
Esta es una de tantas realidades que atraviesan nuestros hermanos.