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Recientemente, el Vicecanciller y Ministro de Economía alemán, Robert Habeck, realizó una visita de tres días a China con el objetivo de aliviar las tensiones comerciales entre China y la Unión Europea (UE) debido a los aranceles antisubsidios de la UE a los vehículos eléctricos chinos. Este conflicto ha generado especulaciones sobre posibles medidas de represalia por parte de China, como el aumento de aranceles a los vehículos europeos y las investigaciones antidumping sobre las importaciones de carne de cerdo.
Alemania, como la mayor economía de la UE, tiene grandes fabricantes de automóviles como Volkswagen, Mercedes-Benz y BMW, que temen las represalias que podrían afectar sus operaciones en China. En 2022, el mercado chino representó más del 38% de las ventas globales de Volkswagen, con participaciones significativas para Mercedes-Benz y BMW. Estas medidas arancelarias de la UE impactan fuertemente al sector automotriz alemán.
A pesar de los esfuerzos de Habeck, las expectativas de resolver las tensiones arancelarias eran moderadas. Su enfoque fue visto como confrontacional, criticando la relación China-Rusia y planteando preocupaciones sobre los derechos humanos. Durante su visita, Habeck presentó demandas claras a China, pero la recepción fue fría, sin comité de bienvenida en el aeropuerto y con reuniones limitadas.
La visita subraya la importancia de la cooperación económica entre China y Alemania. En 2021, el comercio bilateral alcanzó los 245 mil millones de dólares, destacando a China como el mayor socio comercial de Alemania durante seis años consecutivos. La comunidad empresarial alemana instó a la visita de Habeck, buscando mejorar las condiciones para las empresas alemanas en China.
El conflicto comercial entre China y la UE afecta no solo a la industria automotriz, sino también a sectores como la fabricación de maquinaria, productos químicos y electrónica. Las relaciones comerciales bilaterales son cruciales para la estabilidad de la cadena de suministro global y el desarrollo del comercio internacional. Las decisiones pragmáticas son esenciales para equilibrar los intereses políticos y económicos y promover el desarrollo económico global.
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