Dibujando la Esclerosis Múltiple: Tabaco y EM

El hábito de fumar cigarrillos es una causa significativa de mortalidad en España, con 56,000 muertes anuales atribuidas a esta práctica. Fumar está relacionado con un aumento del riesgo de desarrollar diversas enfermedades graves, incluidas las pulmonares, cardiovasculares, autoinmunes y cánceres. Los cigarrillos contienen más de 4000 productos químicos que interactúan con el sistema inmunitario, causando inflamación crónica y desmielinización, especialmente en personas genéticamente predispuestas. Estos procesos inflamatorios y tóxicos afectan negativamente diversos órganos, incluido el sistema nervioso central, y pueden desencadenar o agravar enfermedades autoinmunes como la esclerosis múltiple.
Fumar cigarrillos es particularmente perjudicial para las personas con esclerosis múltiple, duplicando el riesgo de progresión de la enfermedad y reduciendo la eficacia de los tratamientos. Los pacientes fumadores tienen un 80% más de probabilidades de desarrollar formas progresivas de esclerosis múltiple y sufren una atrofia cerebral más rápida. Dejar de fumar se asocia con una reducción en la acumulación de discapacidad y una mejora en los síntomas. Los ex fumadores pueden alcanzar niveles de discapacidad comparables a los de los no fumadores dentro de cinco años de haber dejado el hábito. Se recomienda a las personas que deseen dejar de fumar que consulten con su neurólogo para recibir apoyo adecuado.
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