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Predica el Pastor Moisés Román, desde El Púlpito de la Iglesia Evangélica Ministerio Sanador de San Juan Puerto Rico, en junio 7 de 2009 6:30am, Tema: Dios Se Acerca Al Que Sufre. Texto Bíblico: Lucas 8:40-56
Luk 8:40 Cuando volvió Jesús, le recibió la multitud con gozo; porque todos le esperaban.
Luk 8:41 Entonces vino un varón llamado Jairo, que era principal de la sinagoga, y postrándose a los pies de Jesús, le rogaba que entrase en su casa;
Luk 8:42 porque tenía una hija única, como de doce años, que se estaba muriendo. Y mientras iba, la multitud le oprimía.
Luk 8:43 Pero una mujer que padecía de flujo de sangre desde hacía doce años, y que había gastado en médicos todo cuanto tenía, y por ninguno había podido ser curada,
Luk 8:44 se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto; y al instante se detuvo el flujo de su sangre.
Luk 8:45 Entonces Jesús dijo: ¿Quién es el que me ha tocado? Y negando todos, dijo Pedro y los que con él estaban: Maestro, la multitud te aprieta y oprime, y dices: ¿Quién es el que me ha tocado?
Luk 8:46 Pero Jesús dijo: Alguien me ha tocado; porque yo he conocido que ha salido poder de mí.
Luk 8:47 Entonces, cuando la mujer vio que no había quedado oculta, vino temblando, y postrándose a sus pies, le declaró delante de todo el pueblo por qué causa le había tocado, y cómo al instante había sido sanada.
Luk 8:48 Y él le dijo: Hija, tu fe te ha salvado; ve en paz.
Luk 8:49 Estaba hablando aún, cuando vino uno de casa del principal de la sinagoga a decirle: Tu hija ha muerto; no molestes más al Maestro.
Luk 8:50 Oyéndolo Jesús, le respondió: No temas; cree solamente, y será salva.
Luk 8:51 Entrando en la casa, no dejó entrar a nadie consigo, sino a Pedro, a Jacobo, a Juan, y al padre y a la madre de la niña.
Luk 8:52 Y lloraban todos y hacían lamentación por ella. Pero él dijo: No lloréis; no está muerta, sino que duerme.
Luk 8:53 Y se burlaban de él, sabiendo que estaba muerta.
Luk 8:54 Mas él, tomándola de la mano, clamó diciendo: Muchacha, levántate.
Luk 8:55 Entonces su espíritu volvió, e inmediatamente se levantó; y él mandó que se le diese de comer.
Luk 8:56 Y sus padres estaban atónitos; pero Jesús les mandó que a nadie dijesen lo que había sucedido.