“Amado hijo, amada hija: Desde antes que los cimientos del mundo fueran establecidos, ya pensaba en este momento. En este preciso instante en que tus sentidos reciben estas palabras. Yo, quien habita en luz eterna, quien sostiene las constelaciones en la palma de su mano, deseo entregarte este sencillo pero poderoso mensaje: A partir de hoy a hacer nuevas todas las cosas en tu vida."