Doña Lorenzana de Acereto y la Inquisición en Cartagena - Ana María Díaz Burgos, Oberlin College

Esta clase tendrá como punto de partida del proceso inquisitorial de doña Lorenzana de Acereto (1610-1614) para explorar las dinámicas de persecución de la hechicería durante los años de asentamiento del Tribunal de la Inquisición en Cartagena de Indias. El caso de Acereto-una criolla de veintisiete años, esposa del escribano real de la ciudad y madre de cuatro hijos-es el único de los seis procesos de hechicería femenina registrados en el primer auto de fe de 1614 que sobrevivió a los embates del tiempo. A pesar de ser un registro oficial, sesgado por los parámetros hegemónicos coloniales, su caso revela la cotidianidad de una mujer de la élite cartagenera que intentó navegar las repercusiones del establecimiento del Tribunal inquisitorial. Además, estos documentos permiten observar de cerca tanto al Santo Oficio en su momento de adaptación, como sus intentos iniciales de vigilar y disciplinar un territorio colonial que le resultaba desconocido. De esta manera, una lectura a contrapelo del caso de Acereto ofrece un vistazo a la historia social, política, e institucional de Cartagena.

[@mafepulido5659]

Un tema muy interesante. Muchas gracias c:

[@eleuteriotinjaca7473]

La historia de Lorenzana de Acereto es interesante además porque refleja el choque cultural de dos culturas: la cultura bantú, y la confesión religiosa católica. No olvidemos que Lorenzana quedó huérfana muy niña y los negros bantúes influyeron decisivamente en su formación. El proceso inquisitorial de doña Lorenzana se inició por petición de ella misma y por sugerencia de su confesor Bernardino de Almanza, y su estancia en el convento de Santa Teresa también fue por sugerencia de éste. Es importante además señalar que de los dos inquisidores, Juan de Mañezca y Salcedo, el primero fue dominante, por su carácter, y que en el auto de fé influyó la enemistad declarada que existía entre aquél y el Sargento Mayor Francisco Santander. Salcedo era pusilánime y casi no influyó en el proceso. Además del libro de Ana María Splendiani, es de destacar la obra de Manuel Tejado Fernández "Aspectos de la Vida Social en Cartagena de Indias durante el Seiscientos" Debo destacar algunas imprecisiones en la presentación de Ana María: En el juicio inquisitoria no se celebraban "audiencias", pues el proceso era estrictamente secreto. El Consejo de la Inquisición no estaba en Madrid sino en Sevilla. La apelación no fue interpuesta por su esposo Andrés del Campo, sino por su confesor Bernardino de Almanza, y el argumento principal es que ella ya se había confesado con él antes del proceso y había sido perdonada de todos sus pecados.