ECUADOR, SANTO DOMINGO, Vía a ESMERALDAS.

Magnifica plantación de piñas que se erige como un verdadero paraíso tropical, donde cada planta representa el fruto de la dedicación y el esmero. Bajo el sol radiante, las piñas maduran lentamente, impregnando el aire con su dulce aroma. Este exuberante terreno no solo es un ejemplo de la generosidad de la naturaleza, sino también del compromiso humano con la tierra. Aquí, se cultivan los sabores más intensos y jugosos, convirtiendo cada cosecha en una celebración de frescura y vitalidad. Es un testimonio vivo de la perfecta armonía entre el hombre y el entorno, donde cada piña es una joya dorada que captura la esencia del trópico.
50 hectáreas en total; 40 hectáreas de producción de piñas, 35 toneladas semanales; y 10 hectáreas de madera y árboles frutales.
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