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Brasil es uno de los países que en el diccionario popular se asocia inmediatamente a los carnavales, siendo el de Río de Janeiro uno de sus más conocidos exponentes. Pero no es el único. El efervescente ritmo llamado “frevo” nació a finales del siglo XIX y se mantiene más vigente que nunca en las calles de Recife, donde su práctica se ha extendido hasta todas las edades, como un legado cultural que late en las calles y se practica en todas partes de la ciudad pernambucana. Ya sea profesional, como la niña del video, o improvisada como lo “vive” la mayoría, el “frevo” combina un ritmo acelerado bailable y el capoeira, su primo cercano, ya que esta disciplina inicialmente se usaba para intimidar a los “blocos” (grupo que practica el baile) rivales en las competencias. Incluso el pequeño quitasol, ahora usado como parte de la coreografía, fue inicialmente un arma.