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Madrid, 13 ene (efesalud.com). La doctora Marta Guillén Vicente, de la Clínica CEMTRO, sujeta la PDA táctil con la habilidad y la fuerza de su pulgar para interactuar con nuestros seguidores deslizando su dedo índice por la pantalla y señalar en este vídeoblog "la importancia de recuperar de forma precoz la funcionalidad de la mano" después de una o varias fracturas en las falanges o en los huesos metacarpianos.
"Estas fracturas son importantes por su elevada incidencia. A partir de los diez años de edad aumentan por la actividad deportiva en disciplinas de impacto de balón, como el voleibol o el baloncesto, y se acrecientan hasta los cuarenta, sobre todo por las lesiones accidentales en el mundo laboral, principalmente en la industria y la construcción", expone la traumatóloga.
Y a pesar de los avances médicos, "los tratamientos de las luxaciones y roturas en las manos no han variado de forma significativa a lo largo del tiempo", opina.
El tipo de fractura, aún más en los metacarpos, condiciona la cura, ya que su estabilidad propicia un tratamiento conservador.
"Puede haber fracturas muy complejas, pero que no hayan derivado en desplazamientos de los huesos debido a que los ligamentos de las articulaciones de la mano no hayan desplazado los fragmentos de hueso", explica.
En el caso de que no sea necesaria una intervención quirúrgica, "es trascendental la inmovilización de la mano" para que la recuperación funcional sea perfecta.
La inmovilización "condiciona a las estructuras blandas de la mano apunta evitando o no que se adhieran a la zona dañada que se está soldando; factor que derivará, a la larga, en una mayor o menor rigidez o una mayor o menor dificultad en su movilidad".
La doctora demuestra experiencia clínica: "Siempre digo a los pacientes que prima la función sobre la radiografía; es decir, podemos observar una radiografía perfecta a la vez que una mano rígida, y, sin embargo, analizar una radiografía que ofrece un resultado imperfecto a la vez que un funcionamiento impecable de la mano, un resultado del tratamiento muy aceptable, ya que no va a afectar al paciente en su vida laboral o actividad deportiva".
Para Marta Guillén obtener radiografías esclarecedoras de la lesión conlleva al diagnóstico precoz, al tratamiento más adecuado y a una mejor rehabilitación.
"hay que obtener proyecciones imágenes radiográficas muy bien realizadas para que las facturas no se pasen por alto y la evolución posterior de la articulación no sea nefasta, ya que, en ocasiones, fracturas como una luxación de un dedo que no lo parece en una proyección anteroposterior, sí lo es claramente en la proyección lateral"..
Si es necesario operar la mano, la clave está en la selección de la osteosíntesis más apropiada, lo que los traumatólogos conocen como "hierros": placas, clavos, tornillos, agujas, etc.
"Lo más frecuente en las fracturas de huesos metacarpianos y falanges es utilizar agujas de Kirchner para dar estabilidad a las fracturas. Se reduce la fractura y se aplica la aguja mediante cirugía", indica la doctora Guillén.
En otros casos, la fractura se complica con la rotura de fragmentos pequeños y precisa de una mayor estabilidad, como puedan ser aquellas que están en zonas de articulación, como la interfalángica proximal.
"Una buena fijación de osteosíntesis evitará desviación del dedo afectado. La cirugía en este tipo de casos es urgente para inmovilizar rápidamente, ya que si el paciente no mueve la articulación de inmediato, el resultado radiográfico puede ser bueno, pero la movilidad funcional de la mano muy mala", dice.
Un caso a destacar es el dedo pulgar, el más importante de la mano por su función anatómica, que agarra o manipula objetos con apoyo en la palma o en uno o varios de los otros dedos.
"Se puede luxar el hueso metacarpiano del pulgar por la tracción de los ligamentos cuando se rompe algún hueso pequeño en su base, como el trapecio. En estos casos realizamos fijaciones indirectas: se obvia el fragmento de hueso roto y se inmoviliza el hueso metacarpiano del pulgar a través del metacarpiano del dedo índice, para que la zona afectada se consolide", explica la especialista de la CEMTRO.
Para Marta Guillén, como para todos sus compañeros, es fundamental la rehabilitación funcional de los huesos rotos de cualquier miembro inferior o superior: "Un terapeuta especializado, gran atención al paciente y fisioterapia precoz, se convierten en las claves de la recuperación de los huesos, aún más cuando se trata de la mano".
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