Рет қаралды 41,401
A las 15.20 horas del día de hoy 15 de enero de 2024, llegaba el demoledor mensaje oficial del Twin Trail Racing Team, cinco palabras enunciaban el fatídico desenlace del que aquí muchos de nosotros lo conocíamos como “El Mestre” y para ese maestro van mis palabras….
Hoy, mientras escribo estas palabras, las lágrimas fluyen libremente, te extraño más de lo que las palabras pueden expresar. Aún me cuesta creer que ya no estás entre nosotros, que la vida nos haya arrebatado tan cruelmente la presencia de tu risa contagiosa, tu energía vibrante y tu corazón generoso.
Recuerdo esos días de risas interminables, de aventuras compartidas y de amistad inquebrantable. Parece mentira que esos momentos tan felices ahora estén empañados por la tristeza de tu ausencia. La noticia de tu accidente de moto fue como un golpe demoledor, pero confiaba en que todo iba a salir bien. Aún me pregunto por qué las cosas tienen que ser así, por qué el destino puede ser tan implacable.
Tu partida ha dejado un agujero profundo en mi corazón y en la vida de todos aquellos que tuvimos la fortuna de conocerte. Encontraré a faltar la forma en que siempre encontrabas la manera de hacernos reír, y tu ausencia ha dejado un vacío que no sé cómo llenar.
Aunque ya no estés físicamente a nuestro lado, sé que tu espíritu vive en los recuerdos que compartimos. Guardaré en mi corazón cada risa compartida, cada gesto de amistad, cada momento que pasamos juntos.
Es difícil aceptar que ya no podré escuchar tu risa, compartir tu sabiduría o simplemente disfrutar de tu compañía. Pero, a pesar del dolor, trato de recordar los buenos momentos y la alegría que trajiste a nuestras vidas. Celebraré la suerte de haberte tenido como amigo, aunque haya sido por un tiempo demasiado breve.
Tu partida ha dejado un hueco en nuestra vida, pero me esfuerzo por recordar que tu legado va más allá de la tristeza. Nos has enseñado la importancia de vivir plenamente, de apreciar cada momento y de valorar las conexiones humanas. Aunque tu tiempo aquí fue breve, dejaste una huella indeleble en el corazón de todos los que te conocimos y muchos que ni si quiera te conocían.
Hasta que nos volvamos a encontrar en algún lugar más allá de esta vida, llevaremos tu recuerdo con nosotros. Descansa en paz Mestre, querido amigo, y que encuentres la serenidad en ese viaje eterno.
Con profunda tristeza
Carlos Lázaro.